viernes, 18 de junio de 2010

El Pocho y psicología de las masas vs Langer, Eliseo Verón, Silvia Sigal.






Leyendo el libro de Marcelo Izaguirre “Jacques Lacan: El anclaje de su enseñanza en la Argentina, encontramos:

"El 12 de junio de 1974, se escuchó un discurso que se transformó en histórico, ya que fue la despedida del líder político que mayor influencia tuvo en los destinos de la Argentina en el siglo XX, y en ese discurso había resonancias de una práctica de la escucha, de quién había sabido convocar a la gran mayoría, anunciando que se llevaba en sus oídos “la más maravillosa música, la palabra del pueblo argentino”.

El autor relata que no faltó, quién usando sus conocimientos psicológicos o psicoanalíticos, dijera que era “el intento de alguien con veleidades de padre de llevarse a la tumba el sonido gongorino para dejarnos sin palabra”. Este alguien es un tal Abel Langer (ahora en Carta Abierta, a menos que sea un homónimo), que según Izaguirre “parece coincidir con las tesis del libro de Silvia Sigal y Eliseo Verón (Semiólogo de Duhalde)” donde dicen que Perón se negó a ocupar el vacío de la ley, y dejó en el movimiento un vacío sin ley, para culminar afirmando que , al no elegir ante la consigna Perón o muerte, tomaba partido por la segunda alternativa, que, cómo es sabido, es análoga al silencio”.

Izaguirre agrega que además de la opción entre una y otra puede existir una Tercera posición, cuando “el lugar del Otro implica una alteridad aún para el mismo Perón”. ¿No?
En estos días, el Pocho se refirió también al último discurso del general Perón. Explicaba los mathemas del seminario 17 de Lacan, en particular el discurso universitario:

“Esto es una defensa de la política…cuando un político le habla a la gente se trata de una escena social donde predomina el discurso universitario. Perón vino muy viejito, estaba enfermo y hacía semblante de que estaba bien. Cuando salía al balcón transmitía un saber sobre la vida, la economía. La masa histerizada respondía. Cuando dice que se llevaba en sus oídos “la más maravillosa música, la palabra del pueblo argentino”. La masa responde “la vida por Perón” y el grito de “Potro”. La masa demanda semblante de poderlo todo y allí el “potro” se trató de una respuesta espontánea en relación a la fantasmática colectiva de la muerte del padre”.